Black Rain de Renier Perfumes

S/620.00

Eau de Parfum 50 ml

2 in stock

SKU: e3ced71d72cc Categoría:

Description

Black rain es una fragancia destinada a un público muy selecto pues no es un perfume que persigue los cánones convencionales del mercado. Es atípico, es especial, distinto, artístico. La lluvia negra es una obra de arte que la amas o la odias pero siempre vas a recordarla. Es una lluvia oscura y sofisticada que llena de incógnitos y curiosidades a la persona que la lleva.

Un aroma muy especial sobre todo porque su creación ha sido inspirada por la imagen de una obra de arte, un cuadro al óleo igual lleno de sensaciones únicas. Su salida floral de rosas, manzanilla y acordes de cuero bañados por agua fría le dan el equilibrio perfecto a la sutil dulzura de la composición en su auténtica primera fase. Muy precisa. Muy lujosa.

Los recuerdos de la tierra y la piel mojada tocados de violetas y jazmín se encargan de su duración y excelente desarrollo durante las siguientes horas dejando paso a los acuosos fondos del ámbar Gris. (una de las materias más lujosas del mercado) que logra que el misterio renazca hacia la base del perfume gracias a las notas de pachuli y azahar que hacen que la fragancia nos susurre: …acércate, soy misteriosa y Dramática Pero Inolvidable.

Notas de salida: Rosa, manzanilla
Notas de corazón: Violeta, jazmín, acordes de cuero
Notas de fondo: Pachuli, almizcle, azahar, ámbar gris

Marca

RENIER

RENIER

"Artista desde niño. Renier es la tercera generación de una familia de artistas plásticos de la mayor isla del caribe. Desde pequeño jugaba con una bola de barro que su padre ponía en sus manos para poder trabajar. Así recreaba las formas que su primer maestro le dejaba como ejercicio, en ocasiones jugaba y en otras terminaba lleno de barro.

En los años de su juventud siempre fue un laborioso apasionado de muchas de las manifestaciones plásticas que le rodeaba, la pintura, el diseño, la cerámica... Muy pronto comenzó a interesarle la procedencia de ciertos olores de los materiales con los que trabajaba. Los disolventes de los pigmentos al óleo, el aroma que desprendía el cuero cuando era pirograbado, el olor de la barbotina y muchos otras experiencias olfativas.

Pero fue precisamente la escultura artística en maderas lo que más le cautivó y motivó sus intenciones relacionadas con las fragancias; La amargura del Guayacán, el dulzor del cedro o el precioso aroma de la Sabina le dieron la inspiración definitiva para sentirse atrapado por la magia de los perfumes y los deseos de experimentar.

Así nacieron los primeros experimentos con materias directas de la naturaleza, mezclados con alcoholes o agua.

Le gustaba clasificar los olores típicos que le rodeaban en su cuba natal, sobre todo los que encontraba en sus viajes a la casa de campo de sus abuelos, el olor del Galán de Noche, La pomarrosa, La fruta de la guayaba, las flores, entre muchos otros. Cerraba sus ojos y para perpetuarlos en su memoria los relacionaba con colores.

Se hacía muy complejo en la isla adquirir perfumes. Los recuerdos más inmortales que el artista guarda en su memoria de por aquellos días son perfumes como el Moscú Rojo, un clásico, y una de las mejores Fragancias que se podían encontrar en la Cuba de finales de los 90.

Después de encaminar satisfactoriamente su carrera plástica y una vez establecido en Europa fue cuando Renier pudo conocer de cerca grandes clásicos de la perfumería moderna.

De repente tenía dos pasiones, dos amores, dos mundos muy diferentes pero con muchas cosas en común, de algún modo tenía que conseguir unificarlos. Su primera idea fue realizar un perfume por exposición pero era poco, no se sentía lleno profesionalmente!

En esos años de búsqueda interior, fue cuando conoció al maestro Perfumista Daniel Josier! Quién comenzó a instruirle en los bellos caminos de la perfumería! De esta forma maduró su idea y decidió crear su marca de perfumes y crear cada perfume inspirado en uno de sus cuadros. Incluso ir construyendo ambos simultáneamente. Las primeras fragancias de Renier son el resultado de sus pinceladas y la cooperación con el propio Daniel Josier.

Es una bendición tener una doble motivación creativa. Renier no solo disfruta de sus pinturas, sino también de sus diseños para sus perfumes. Toda la imagen de sus productos, desde su botella hasta su caja, incluso su estilo de ofrecerse pasa por las manos de Renier.

Cada pincelada tiene su olor propio."